DIVINIDADES
«En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los Inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo.» (HESÍODO, Teogonía 116118. Traducción de Aurelio Pérez Jiménez) Mito de la sucesion El primer mito del que trataremos es el conocido como mito de la sucesión: Urano (el cielo) odia a los hijos que tiene con su madre Gea (la tierra) y los esconde en los abismos de ésta. La madre prepara una emboscada contra Urano y sólo el hijo menor, Cronos (el tiempo), decide enfrentarse a su padre. Gea le entrega una hoz dentada y cuando Urano se une a Gea en amoroso abrazo, Cronos corta los genitales de su padre y los arroja al mar. La castración de Urano produce gotas de sangre que al caer a tierra originan las Erinias, las Gigantes y las Ninfas Melias. Las Erinias son las diosas encargadas de castigar a los parricidas, su aspecto es horrible (cabellos de serpientes y en sus manos serpientes que son látigos) y son tres: Alecto, Tisífone y Meguera. Los Gigantes son seres colosales, con poder semejante a los dioses, pero mortales. De las Ninfas Melias no conservamos sus nombres. Al caer los genitales al mar, producen una espuma de la que surge la diosa del amor, la belleza y la pasión, Afrodita (Venus). Cronos ocupa el poder y se casa con su hermana Rea. Tiene seis hijos (Hestia, Deméter, Hera, Hades, Posidón y Zeus). Comienza a devorar a sus hijos, pero el último, Zeus, escapa porque su madre lo esconde en una cueva y le da a su marido una piedra envuelta en pañales. Zeus crece en Creta amamantado, bien por la leche de la cabra Amaltea, bien por la ninfa Amaltea con leche de cabra. Al crecer Zeus, consigue que su padre vomite a sus hermanos y con ellos la piedra que se tragó engañado, piedra que Zeus llevó a lo que hoy día es el santuario de *Delfos, donde aún hoy puede visitarse (aunque es copia de época romana). Después libera a los Cíclopes (seres monstruosos de un solo ojo en la frente) y a los Hecatonquires (seres de cien brazos). Luego Zeus se enfrenta con su padre Cronos, le vence y ocupa el Olimpo, monte donde se decía que se encontraba la morada de los dioses. Así es como acaba el mito de la sucesión.
«En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los Inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo.» (HESÍODO, Teogonía 116118. Traducción de Aurelio Pérez Jiménez) Mito de la sucesion El primer mito del que trataremos es el conocido como mito de la sucesión: Urano (el cielo) odia a los hijos que tiene con su madre Gea (la tierra) y los esconde en los abismos de ésta. La madre prepara una emboscada contra Urano y sólo el hijo menor, Cronos (el tiempo), decide enfrentarse a su padre. Gea le entrega una hoz dentada y cuando Urano se une a Gea en amoroso abrazo, Cronos corta los genitales de su padre y los arroja al mar. La castración de Urano produce gotas de sangre que al caer a tierra originan las Erinias, las Gigantes y las Ninfas Melias. Las Erinias son las diosas encargadas de castigar a los parricidas, su aspecto es horrible (cabellos de serpientes y en sus manos serpientes que son látigos) y son tres: Alecto, Tisífone y Meguera. Los Gigantes son seres colosales, con poder semejante a los dioses, pero mortales. De las Ninfas Melias no conservamos sus nombres. Al caer los genitales al mar, producen una espuma de la que surge la diosa del amor, la belleza y la pasión, Afrodita (Venus). Cronos ocupa el poder y se casa con su hermana Rea. Tiene seis hijos (Hestia, Deméter, Hera, Hades, Posidón y Zeus). Comienza a devorar a sus hijos, pero el último, Zeus, escapa porque su madre lo esconde en una cueva y le da a su marido una piedra envuelta en pañales. Zeus crece en Creta amamantado, bien por la leche de la cabra Amaltea, bien por la ninfa Amaltea con leche de cabra. Al crecer Zeus, consigue que su padre vomite a sus hermanos y con ellos la piedra que se tragó engañado, piedra que Zeus llevó a lo que hoy día es el santuario de *Delfos, donde aún hoy puede visitarse (aunque es copia de época romana). Después libera a los Cíclopes (seres monstruosos de un solo ojo en la frente) y a los Hecatonquires (seres de cien brazos). Luego Zeus se enfrenta con su padre Cronos, le vence y ocupa el Olimpo, monte donde se decía que se encontraba la morada de los dioses. Así es como acaba el mito de la sucesión.
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